Luego del debate generado en la clase anterior, nos pareció (claramente) que debíamos quedarnos con esta fotografía. Si bien la stage photography es un campo muy amplio en el que podemos y debemos ahondar, creemos que lo aprendido en cuanto a la controversia generada por las diferentes tomas que logramos, nos permitió generar una mirada nueva en base a lo ya realizado.
Aunque también nos gustan las otras imágenes realizadas, elegimos esta (no para complacer a Paulo) porque, al analizar las posibilidades después de la última corrección, terminamos coincidiendo en que era la más expresiva, la más representativa de aquello que queríamos transmitir.
La chica protagonista de la foto se encuentra recostada en uno de los sillones de una habitación que, a excepción de una intensa luz cálida, se encuentra sumida en las penumbras. Su postura descuidada y sus ojos suavemente cerrados, que indican cansancio y, tal vez, tristeza, hablan, en conjunto con los demás elementos, de la soledad. La habitación es evidentemente amplia y cuenta con más de un asiento, pero, sin embargo, sólo la chica la habita. Además, dicha habitación se encuentra iluminada por una insistente luz artificial- que apunta inquisitivamente a la cara de la joven recostada- , cuando podemos inferir, a través de la luz que se cuela por las persianas, que es de día. Sin embargo, la mencionada luz no llega a iluminar todo el ambiente, que permanece casi completamente oscuro, llevando también la mente del espectador, acompañándose de una sutil luz azul, a pensar en el vacío, en la soledad. El encuadre amplio y simétrico, que devela la magnitud del lugar, permite jugar con los contrastes de luz y da espacio a otros posibles personajes- que no están ahí- , enfatiza la idea y la vuelve más significativa.
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